Hace más de una semana que Japón fue asolado por el mayor terremoto registrado de su historia. El seísmo, de magnitud 9 en la escala Richter, generó un enorme tsunami con olas de hasta 10 metros que arrasó las poblaciones costeras del noreste.
Pasados ocho días, después de casi renunciar a la búsqueda de más supervivientes, el país seguía con emoción una noticia, que más tarde se convirtió en la historia de un falso rescate, de un hombre que sobrevivió en Miyagi, una de las zonas más devastadas de Japón. El joven resistió entre los escombros de lo que días atrás fue su casa donde los equipos de rescate lo encontraron en estado de shock. Ya en el hospital se descubrió que realmente se trataba de una víctima de la catástrofe en Japón, traumatizada, que había sido rescatada anteriormente.
Y sin haber asumido el tsunami, el país se enfrenta ahora a una de las consecuencias más graves de éste: el mayor accidente atómico desde Chernóbil.
Helicópteros y camiones de bomberos japoneses arrojan toneladas de agua sobre el reactor número 3 para evitar la nube radioactiva que se produciría por el sobrecalentamiento del combustible.
Pero a pesar de todas las medidas para controlar la catástrofe nuclear en la planta de Fukushima, hoy nos hemos despertado con la noticia de la alerta en Japón por contaminación radiactiva en agua y alimentos.
Igs Rescue a través de este blog quiere expresar su solidaridad con las víctimas de la gigantesca catástrofe en Japón y felicitar a los equipos de salvamento y rescate por su coraje y gran labor.